Reglamento interno de la masía Monteia

El reglamento interno de la masía está destinado a promover un estilo de vida al servicio del bienestar del residente. Ciertamente, indica reglas que hay que respetar, pero la finalidad no es obligar sino promover un estado de ánimo respetuoso hacia el lugar. Desde hace siglos, la masía ha permitido que las distintas generaciones puedan vivir y sobrevivir, la estancia de los residentes se inscribe en esta continuidad.

Ya hemos señalado que los recursos de la masía en cuanto al agua, la electricidad y la calefacción tienen una autonomía total. Estos recursos permiten que la masía proponga al residente un confort que debe ser apreciado en su justo valor. Los recursos son objeto de una gestión muy cuidadosa, el agua se almacena en cisternas y se recupera cuando llueve. En este caso concreto, es necesaria una precipitación mínima de 30 litros por m² para beneficiarse de una aportación de agua. La electricidad se proporciona mediante placas solares y se almacena en baterías, pero los recursos de electricidad necesitan una insolación mínima y, si ésta carece, un grupo electrógeno toma el relieve. Estos recursos deben ser percibidos como fuerzas al servicio de la masía, las cuales merecen la atención del residente. Los recursos no son infinitos sino limitados, y merecen una apreciación respetuosa y un estado de ánimo considerado por parte del residente.

Los esfuerzos que se piden pertenecen a acciones cotidianas responsables, cuya utilidad puede resultar provechosa. Los gestos útiles son infinitos y aquí no hace falta hacer un listado exhaustivo, bastarán algunos ejemplos: cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes, las manos, cuando nos afeitamos; una ducha sin cerrar el agua requiere 60 litros de agua, una ducha breve cerrando el grifo durante el enjabonado limita el gasto a 20 litros. El mismo enfoque puede utilizarse para limitar el consumo de electricidad.

Realmente es un nuevo estado de ánimo a adoptar, que resultará provechoso durante la estancia en la masía, pero que también será beneficioso en casa para hacer economías en las facturas de electricidad y agua.


  • Artículo 1:
    El agua del grifo ha sido clorada, hay que considerarla no-potable. El residente tiene a su disposición botellas de agua mineral.

  • Artículo 2:
    Se pide a los fumadores que no fumen en el interior de la masía. En el exterior, las colillas apagadas deben tirarse a los ceniceros destinados. El riesgo de incendio del bosque es permanente durante todo el año.

  • Artículo 3:
    Un aparcamiento se encuentra a disposición de los residentes detrás de la masía, dentro del recinto cerrado. Se pide a los residentes que cierren la puerta principal de la masía, en la salida y en la entrada, a fin de evitar la salida de los perros.

  • Artículo 4:
    Los perros están permitidos.

  • Artículo 5:
    La piscina no está vigilada por la dirección de la masía. La piscina está cerrada con un dispositivo a nivel de la puerta de acceso, que prohíbe la entrada a los niños. En todos los casos, los niños deben estar acompañados por los padres y bajo su vigilancia a partir del momento en que se encuentran en el recinto de la piscina. La piscina está abierta durante el día de 10 ha 20 h. En caso de tormenta, está prohibido bañarse.

  • Artículo 6:
    Dentro del recinto cerrado de la masía, los niños deben estar obligatoriamente bajo la vigilancia de los padres. Por precaución, la vigilancia de los niños también debe llevarse a cabo igualmente en el exterior del recinto cerrado de la masía.

  • Artículo 7:
    El uso de la barbacoa no es libre. Durante el verano, el ayuntamiento puede decretar la prohibición de encender las barbacoas, así pues, es necesaria una autorización previa del masovero antes de encenderla.

  • Artículo 8:
    A fin de garantizar la tranquilidad de los residentes, está prohibido organizar fiestas en la masía.

  • Artículo 9:
    Al final de la estancia, el residente debe tener cuidado de dejar el espacio de vida que ha ocupado en un estado de limpieza correcto.

  • Artículo 10:
    A la llegada, el residente debe presentar los documentos de identidad al masovero a fin de cumplir con las obligaciones del registro de policía.